Historia de la Ceca
HISTORIA de las Cecas de Segovia
La moneda es un producto industrial fabricado en serie, con especificaciones precisas en cuanto a ley o fino, peso y estampa, reglamentado y emitido por el Estado en beneficio propio. Es curiosamente uno de los inventos con más ingenio, útil y antiguo de la humanidad. Tiene su origen hacia el año 640 a.C. en Lidia, lo que hoy es Turquía. Desde finales del siglo IV a.C., los griegos van introduciendo la acuñación en ciudades de la costa ibérica como Ampurias, Rosas, Ibiza y Cádiz. Tiempo después, los romanos, con más de 300 cecas, llenaron la península con moneda. La divisa no era solo un importante instrumento cotidiano, sino servía también como publicidad, símbolo omnipresente de la colonia; la ocupación.
La bimilenaria tradición de la acuñación en Segovia tiene su comienzo entre los años 30 y 20 a.C. cuando se acuña el 'as' romano de bronce: el famoso jinete ibérico cabalgando sobre la inscripción SEGOVIA. Dicha inscripción es el testimonio más antiguo que conocemos del nombre de la ciudad. Incluso es probable que esta moneda se usara para pagar a los constructores del acueducto.
La época romana entró en declive y en el 408 d.C. invadieron la península los suevos, alanos y vándalos. Mas tarde, del 509 al 710 d.C. los visigodos acuñan en hasta 80 casas de moneda, no conociéndose moneda alguna de dicha época que se acuñara en nuestra ciudad. Del 711 hasta el final de la reconquista en el año 1492, los musulmanes acuñan también en más de 60 cecas. Pero de Segovia tampoco se conoce ninguna moneda durante la ocupación musulmana hasta los tiempos de los reinos hispano-cristianos.
TALLERES DE UBICACIÓN INCIERTA
Ya en plena Reconquista, se atribuye a Segovia moneda de vellón acuñada por Alfonso VI de Castilla (1072-1109). Alfonso VII (1126-1157) también acuña vellón en Segovia, y concede un privilegio que es hoy es el testimonio documental más antiguo que conocemos de esta industria en Segovia. En 1135 concede a la iglesia de Santa María, la tercera parte de la moneda acuñada para la construcción de la nueva catedral, y en 1139 la cuarta parte.
As romano, constancia más antigua conocida del nombre de la ciudad (30-20 a.C.).
Acuñaciones medievales segovianas en talleres de ubicación incierta.
Alfonso VII concede en 1139 la cuarta parte de la moneda acuñada en Segovia para la construcción de la catedral.
Segovia avanza y prospera. Aun permanecen hoy más de 20 iglesias románicas en la ciudad, testimonio de la actividad económica que dio lugar a frecuentes acuñaciones medievales. Estas monedas provienen de talleres de ubicación incierta. Hay monedas de vellón acuñadas en Segovia, a nombre de Alfonso VIII (1158-1214), Enrique II (1369-1379) y Juan I (1379-1390). No está demostrado que Enrique III (1390-1406), ni el padre de Enrique IV, Juan II (1406-1454) acuñaran moneda en Segovia.
LA CASA VIEJA
Enrique IV, conocido como el ‘rey segoviano’, construye una nueva Casa de Moneda en Segovia y se inaugura en 1455. Según Diego de Colmenares en 'Historia de Segovia', publicado en 1637, Enrique IV 'mandó fabricar la que hoy permanece', porque “la Casa de Moneda estaba mal parada”. Parece ser que las acuñaciones medievales comenzaron en la antigua catedral, mientras Colmenares parece confirmar que hubo en algún momento después, otro taller de acuñaciones, quizás en el lugar que Enrique IV optó por construir su nueva Ceca.
La nueva fábrica estuvo situada en el corralillo de la iglesia de San Sebastián, pegada a la muralla, y equidistante entre la Puerta de San Juan y el final del Acueducto. Durante más de un siglo se la conocería como 'la Casa de Moneda de Segovia'. Pero, a partir de 1583 con la construcción del nuevo Real Ingenio en Segovia, esta fábrica llegó a conocerse popular y oficialmente como la 'Casa Vieja', y así consta en todos los documentos para no crear confusión, ya que ambas cecas estuvieron funcionando simultáneamente durante 95 años.
La Casa Vieja de Enrique IV, “LA MONETA”, en el dibujo de Wyngaerde, 1562.
Carta de privilegio que concede Enrique IV a los monederos en 1456.
La Casa Vieja acuña gran cantidad de moneda, entre ellas las piezas más famosas de Castilla y las más humildes por toneladas. En 1619 se hicieron obras en el edificio para poder aumentar la producción, que en 1625 llegó a ser de más de 400 toneladas de moneda de cobre, o sea más de una tonelada al día. Para fundir esa cantidad de cobre a diario, podemos imaginar la cantidad de carbón necesaria. Hubo un constante ir y venir de acémilas cargando combustible, metales, monedas y otras provisiones y también a mucha gente, más de 100 monederos con martillos y demás herramientas para desempeñar su labor artesanal, en definitiva, una gigantesca fábrica industrial muros adentro de la ciudad.
La época de gran producción de la Casa Vieja llega hasta 1626, cuando se suspende la serie de cobre que se está acuñando en todas las cecas. A partir de entonces, las labores son muy esporádicas, excepto por seis grandes campañas de resellos de moneda vieja de cobre. La fábrica cae en total desuso después de 1661. En 1680 la Casa Vieja reabre para acuñar su última moneda y el 8 de junio de 1681 cierra sus puertas para siempre. En 1686 Carlos II prohíbe la acuñación a martillo, lo cual sella el destino de la Casa Vieja, aunque no pierde oficialmente su privilegio como Ceca hasta 1730.
20 enriques de oro, ostentación del ‘rey segoviano’.
20 excelentes de los Reyes Católicos, joya más representativa del poder de Castilla.
La última moneda acuñada en la Casa de Vieja, como todas, siempre a martillo.
CONTEXTO GENERAL
Una parte fundamental de la historia de la cecas de Segovia es el entorno de las casas de moneda castellanas en general, del cual siempre estuvo sujetas las dos Cecas segovianas en todo momento. A partir del reinado de Felipe II, el ambiente era muy competitivo y cada ceca rivalizaba con las demás para captar labores de los mercaderes y del rey. Toda la plata llegaba a Sevilla y tras la llegada de la flota cada año el rey mandaba acuñar su plata primero, en Sevilla, para disponer de moneda contante y sonante cuanto antes y así evitar tener que pagar intereses por sus muchas y famosas deudas. Al ocupar, el rey, la Ceca sevillana, los mercaderes, para no tener que esperar, se veían forzados a concertar acuerdos con las otras cecas para llevar su plata, en lentas caravanas de acémilas, hasta ellas para acuñar en moneda.
Como resultado, los oficiales de las cecas confabulaban con los mercaderes, ayudándoles en sus costas, sacando lo que pudieran, entre ambos, en la falta de ley y peso de la moneda que acuñaban. Una típica remesa de plata a Segovia de 35.000 kilos, requería: 700 acémilas (50 kilos / bestia), 150 personas (100 arrieros + 25 agentes de seguridad + 25 ayudantes), y comida para personas y animales durante 30 días (600 km a 20 km / día). Hubo cecas en Sevilla, Granada, Cuenca, Toledo, Segovia, Burgos y La Coruña. Felipe II establece otra en Valladolid en 1568, y el Real Ingenio de Segovia entra en escena en 1586 para acuñar la plata del rey. Madrid no tendría casa de moneda hasta 1614. El volumen de labores en cada ceca solía ser un resultado directo de su distancia desde Sevilla, por lo que apenas se conoce monedas de esta época de La Coruña.
Cuadro de plata acuñada.
Cuadro de oro acuñado.
Proporciones acuñadas entre cecas.
EL REAL INGENIO
El Real Ingenio de la Moneda de Segovia es, sin duda alguna, la más excepcional de todas las fábricas de moneda en la historia de España y sus territorios de ultramar. Concebida, construida y administrada como propiedad particular del rey, fue adscrita a la Junta de Obras y Bosques, que administraba las Casas y Sitios Reales, mientras que las demás cecas fueron administradas por Hacienda. Singular es su historia, su novedosa tecnología y la fama que disfrutaba en su día. Fue una completa y moderna planta industrial departamentalizada y diseñada por Juan de Herrera y un equipo de alemanes, para la fabricación mecánica y en serie de un sofisticado producto de alta precisión, dos siglos antes de la Revolución Industrial. Hoy es la muestra de fábrica industrial más antigua, avanzada y completa que se conserva de la humanidad.
Moneda tirolesa comparada con una segoviana de la misma época. La diferencia era abrumadora.
Puño y letra de Felipe II en junio de 1581, sobre la traída de los ingenios de acuñar a España.
El molino de papel que compraría Felipe II como lugar para su Ceca, en el dibujo de Wyngaerde, 1562.
El inventario de la maquinaría que se trajo desde la Ceca de Hall en Tirol hasta Segovia.
Los grandes viajes necesarios para poner en marcha la nueva ceca mecánica.
La primera moneda del Real Ingenio es también la primera moneda española en llevar su año de acuñación.
La acuñación mecánica por laminación a rodillo fue inventada en Alemania en 1551. Justo en ese año, comienzan a llegar enormes cantidades de plata a Sevilla desde las Indias y se comienza a acuñar rápidamente y con mucho descuido, “a martillo”. Los contactos dinásticos entre Felipe II y su primo, el archiduque de Austria, en Innsbruck, facilitan la implantación de la acuñación mecánica en España, con el objetivo de mejorar la factura de las piezas. Las gestiones se desarrollan a partir de 1581 con varios viajes, el último de ellos en 1584, cuando sale de la Ceca de Hall en Tirol, el convoy industrial más sofisticado jamás realizado en la historia de la civilización: 25 enormes cargas de maquinaria vanguardista cuyo destino dista casi 2.000 kms. hasta Segovia, en un duro viaje de ocho meses y teniendo grandes complicaciones.
Felipe II mandó quitar la sigla de ensayador en sus monedas del Real Ingenio (4 piezas izda.), aunque comenzó a figurar inmediatamente después de su fallecimiento (3 piezas dcha.).
Moneda con orla especial acuñada en presencia de Felipe II en la Ceca en 1587.
Descubierto el ‘fraude real’, el alcalde de Corte regaña a Felipe II en octubre de 1588.
Plano del edifico del patio alto para arreglos tras un incendio en 1607.
Los espectaculares centenes, cincuentines y escudos de a ocho, inventos y productos exclusivos del Real Ingenio.
Cuños rodillos para acuñar en ingenios por laminación.
El Real Ingenio acuña moneda desde 1586 hasta 1869. Fue la famosa ceca española de referencia desde su comienzo y durante todo el siglo XVII. Pero a partir de 1700, con la instalación de prensas de volante en las cecas de Madrid y Sevilla, el Real Ingenio va perdiendo importancia. En 1730 Felipe V manda que en adelante solo las cecas de Madrid y Sevilla puedan acuñar plata y oro. Entonces Segovia queda relegada a acuñar cobre, aunque durante muchos años mantiene la exclusividad para labrar esa moneda. Para los trabajadores, que cobraban por peso del metal labrado, no tuvo importancia si labraban oro, plata o cobre, sino que el trabajo fuese constante a lo largo de todo el año.
Petición de 1617, del mercader sevillano Juan de Aguirre, para acuñar cincuentines, centenes y escudos de a ocho.
Petición de 1620 del conde de Chinchón, para acuñar cincuentines.
Maravedís de a ocho de las dos cecas segovianas. Las piezas del Real Ingenio brillan por su perfección.
Petición de 1621 del mercader sevillano Juan Martínez de Lezcano, para acuñar cincuentines y escudos de a ocho.
Petición de 1630 del mercader sevillano Lope de Ulloque, para acuñar cincuentines y escudos de a ocho.
Petición de 1633 del ensayador Rafael Salbán, para renovación de su licencia para acuñar centenes y escudos de a ocho para particulares con oro de contrabando.
La Ceca tiene periodos de mucha actividad y otros de nula. Los altibajos en actividad conducían a períodos de abandono de la fábrica, después de los cuales no se podía volver a acuñar hasta efectuar las pertinentes obras de reparaciones. Nunca tuvo labores fijas y regulares hasta la serie de cobre que comienza en 1772. Para poder acuñar esta serie “a volante”, la Ceca fue reconvertida.
Autorización de 1637 al ensayador para acuñar oro de contrabando de particulares sin tener que averiguar el origen del oro.
Petición de 1659 de los mercaderes sevillanos Juan Cruz de Gainza y Pedro de Azpilicueta, para acuñar cincuentines, centenes y escudos de a ocho.
Autorización de la petición de 1659 para acuñar cincuentines, centenes y escudos de a ocho.
Plano de 1678 de la sala de maquinas del Ingenio para arreglar los desperfectos.
Monedas acuñadas en Segovia por José Napoleón, de 1810 a 1813.
Medallas de la proclamación de la Constitución en Segovia en 1812.
Las monedas más famosas del Real Ingenio también son las principales joyas de la historia monetaria española, los gigantes cincuentines (50-reales de plata) y centenes (100-escudos de oro), ambas de 76 mm de diámetro. Fueron inventados en 1609 por un joven grabador flamenco, de 24 años de edad, Diego de Astor. Solo se permitía acuñar con autorización por escrito del rey, y en ninguna otra Ceca. Los primeros escudos de a ocho también salen a la vez del Real Ingenio, manteniendo su exclusividad para labrarlos hasta 1631.
Plano de 1861 del complejo industrial entero, para efectuar obras.
Última acuñación segoviana. Es una moneda-medalla conmemorando la Revolución de Septiembre, o “La Gloriosa”, en 1868.
Tumbas de los protagonistas en la traída de los ingenios a España, que se puede visitar hoy.
En 1855, Isabel II proyecta centralizar todas las acuñaciones de España en Madrid, y cerrar las demás cecas. Se hipoteca la obra de una nueva y gran Casa de Moneda en la actual plaza de Colón, en Madrid, con la prevista cierre y venta de las demás cecas. La nueva Ceca de Madrid, con maquinas de vapor y prensas automáticas de acuñar, abre en 1861 y el Real Ingenio se cierra en febrero de 1869. Tras seis intentos de subasta, en 1878 se adjudica a un único postor, que la convierte en fábrica de harinas. Ya siendo propiedad del tercer dueño molinero, la fábrica se cierra en 1968 y el edificio se abandona. En 1989 el Ayuntamiento adquiere la finca mediante su expropiación. De 2007 a 2011 se rehabilita el conjunto monumental y en 2012 se inaugura el Museo del Real Ingenio de la Moneda.
(Para conocer más, ver el .pdf y la bibliografía)
HISTORIA CECAS DE SEGOVIA
En esta sección repasaremos la historia de las cecas segovianas, con especial atención a su ubicación en la ciudad y planos de los edificios, así como las tecnologías empleadas para acuñar. Incluimos un interesante debate sobre las ventajas de acuñar a volante en lugar de a rodillo, que ocurre durante la reconversión del Real Ingenio en 1771.
Índice PDF
CECAS DE UBICACIÓN INCIERTA (antes de 1455)
LA CASA VIEJA DE MONEDA (1455-1681)
EL REAL INGENIO DE LA MONEDA (1583-1869)