EL NORTE DE CASTILLA
18-02-2008
EL patronato de la Fundación Real Ingenio ha conocido esta
semana los nombres del comité científico que asumirá la elaboración del proyecto
del futuro museo de la Casa de la Moneda. En él no figura Glenn Murray, y esto
es algo que llama poderosamente la atención, no sólo a los periodistas, sino a
muchos ciudadanos que han tenido ocasión de expresarse en
nortecastilla.es.
Llama la atención porque el museo y lo que debe hacerse
en la Ceca vacía salió en su día de la cabeza de Murray y de los muchos años que
se pasó investigando en los archivos gracias a las becas que le concedió el
Estado español, el mismo que ahora parece ignorarle. Murray tiene una tesis
inédita sobre la Casa de la Moneda que es el fruto de veinte años de estudio, y
lo que es más importante, de una pasión, pero yo le he aconsejado que no la
publique porque Segovia ni el Estado español se merecen semejante beneficio,
entre otras cosas porque nunca sabrán valorarlo ni apreciarlo. Murray tendrá
muchos defectos, como todos, pero su marginación intencionada dice muy poco -o
nada- de una ciudad con instituciones públicas iletradas que aspira a ser
Capital de la Cultura.
Además de pedirle a Murray que guarde su tesis en
un cajón, quiero solicitar solemnemente la disolución de la Fundación Real
Ingenio, que en dos años se ha convertido en una de las entidades más casposas,
opacas e ineficaces que existen en España. Ni ruedas de prensa convoca cuando se
reúne su sanedrín, no vaya a ser que se pregunten inconveniencias. Sigan por
este camino, que la Ceca acabará utilizándose, no como residencia de ancianos
-que dijera Murray en un derroche de sutileza-, sino como burdel. Un burdel de
estilo herreriano y tejas de pizarra.